jueves, 25 de diciembre de 2008

La selva florida

Luego de todo un año de inactividad en este blog, he decidido retomarlo y subir lo que escribí durante el año. Comienzo con este poema que es de hace un buen tiempo.
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Oh, por cuantas ciénagas pasé!
Para llegar a esta selva florida,
Descansar de mi alma,
Fin de la tortuosa odisea.

Dicen que el regocijo
Luego de una ardua tarea
Es el doble.
¡Pero digo yo que es el triple
El cuádruple,
Innumerablemente mayor!

Porque el inicio de esta selva
Son para mí las puertas del cielo
Que se abren luego de un viaje
Semejante a la mismísima fatalidad.

Es el abrazo de una madre
Que encuentra a su hijo extraviado.
Y yo me aferro a la selva también
Como el hijo que encuentra a su madre
Porque tan alejado de ella estuve
Tan sumergido en las negras espesuras
Tan perdido en el campo reseco
Que sólo existió su anhelo.

Ahora
Ya en la maravillosa jungla
Piso las hojas caídas
Como de los frutos dorados
Siento la amenaza de un felino
Contemplo en la copa del árbol
Introduzco mis pies
En el agua virgen.

Peligrosa o apacible
La selva revive mi piel
Como nada existente.

Esa preciosa y desconocida selva
Verde hasta el alma
Que eres tú.
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